La demanda del país vecino del fruto del nopal ha estado creciendo.
En los últimos años, el mercado de Estados Unidos ha aportado un espacio para la tuna; un producto de consumo masivo en nuestro país. Cada vez es más notable la entrada de mayor cantidad de productores mexicanos y en consecuencia, la oferta se ha incrementado.
El origen de los nuevos proveedores destaca en el Valle Central de México, en entidades como Zacatecas y Morelos, así como de otros estados. Así, parten de México los lotes de tunas con destinos como el mercado de California, uno de los más grandes y en donde ingresas cargas provenientes de Tijuana. El aumento de las exportaciones es visible en comparativa a los cinco últimos años en la entrada de esta fruta en Estados Unidos.
La tuna cuenta con su primera cosecha en el mes de abril. Sin embargo, las tunas necesitan abundantes lluvias siendo esta primera etapa la de menor volumen de cosecha y de menor calidad y puede durar hasta el mes de agosto, sino más bien hasta el próximo mes en el que ya es esperado un escenario con lluvia en las regiones productivas. Cabe mencionar que las tunas de color morado son las primeras en cosecharse, seguidas por la mezcla de éstas y las de color verde en la segunda ronda de cosecha.
La variedad de tuna en forma de huevo que puede ser verde o morada, que es la más buscada, suele ser cosechada a finales de junio, con mayor abundancia de agua.
El interés de nuestro país vecino no es aislado, en regiones del extranjero en Europa y Asia también están importando tuna mexicana, con una generación de demanda sólida.
El fruto derivado del nopal sigue ganando popularidad como alimento veraniego en regiones del país estadounidense, como se estila por tradición en México.
