La papa representa una fuente de alimento mundial rica en carbohidratos.
Este alimento pertenece a la especie de las llamadas plantas herbáceas y al género Solanum. La papa ha representado por más de 9 mil años una fuente de alimento rica en carbohidratos para el ser humano, se ha consolidado como la comida más universal.
Su cultivo se comenzó por habitantes del Altiplano Andino, en la región de la frontera entre Perú y Bolivia. El comercio de la papa se extendió a todo el mundo con la llegada de los españoles al continente americano, de esta manera su consumo se generalizó hasta convertirse en un alimento básico.
En México, la papa forma parte de la canasta básica de alimentos, siendo el séptimo cultivo más importante. Es un alimento que destaca por su contenido nutricional, que según cálculos permitiría a una persona sobrevivir comiendo exclusivamente papas complementadas con leche.
La temporada de papa representa una importante fecha en el calendario agropecuario mexicano. La papa es una hortaliza de las más importantes cosechadas en el país gracias a las condiciones climatológicas favorables que se tienen para su siembra. Su cultivo requiere una temperatura entre los 20 y 25°C así como mucha húmedas de forma regular para el crecimiento de los brotes.
El volumen de producción de papa se ubica entre 1.7 y 1.8 millones de toneladas. Su cultivo se produce en 22 estados de la República, ocupando más de 60 mil hectáreas de superficie, especialmente en la zona norte y noroeste del país en los estados de Sonora, Sinaloa, Nuevo León y Veracruz liderando las estadísticas de producción y valor generados.
De la producción nacional, el consumo interno es el principal destino mientras que cerca del 1.6% se dedicó al mercado de exportación: 93% de papas preparadas sin congelar y 6% de papas frescas. Mientras que se importan más de 230 mil toneladas: papas preparadas congeladas (54%), frescas (41%) y preparadas sin congelar (5%). El año pasado, el consumo per cápita fue de 14.9 kg.
Para su producción existen factores climatológicos que inciden, tales como sequías o inundaciones; además de la invasión de plagas y enfermedades del cultivo de papa son elementos que es el principal factor de la disminución de la producción total. Los cultivos de papa son afectados por diversos organismos o patógenos, cuyos daños pueden ocasionar pérdidas económicas importantes para los productores, ya que pueden afectar el rendimiento y calidad de las cosechas.
Los principales patógenos que perjudican el cultivo de papa son insectos, hongos, bacterias, nematodos y virus que atacan las hojas, tallos, tubérculos; alteran el crecimiento de las plantas, la pudren o mal forman y afectan su apariencia frente a los consumidores.
Para la reducción de plagas y enfermedades sobre los cultivo se deben implementar protección y nutrición integradas. El sistema de protección utiliza diferentes medidas para prevenir y controlar, con lo que los productores pueden también reducir los costos de producción al utilizar menos plaguicidas, causando además un menor impacto ambiental al evitar que los organismos se vuelvan más agresivos. Entre los beneficios que brinda el sistema de protección están la capacidad de ajuste a la amplia gama de cultivos (extensivos o de especialidades), ofrecer tiempos de aplicación flexibles para un manejo integrado del control de plagas, etc.; con esto se podrá asegurar la salud vegetal de las siembras.
La Salud Vegetal es la nueva filosofía enfocada a cuidar todo el ciclo del cultivo de forma integral, a partir de la siembra hasta la cosecha, pasando por el tratamiento de semillas hasta la mesa del consumidor. A su vez, representa una sinergia entre la protección de cultivos de papa y la inclusión de tecnologías que favorezcan el fortalecimiento de la planta.