Ante la inminente necesidad de desarrollar nuevos procedimientos y metodologías para uso y manejo del agua de riego.
En el documento “Estadísticas del agua en México 2016” de la CONAGUA (Comisión Nacional del Agua) se plantea que en el periodo de 2014 y 2015, 40% de la superficie cosechada en México fue maíz y sorgo de grano. A partir de este argumento, el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA) se ha encargado de realizar una búsqueda de soluciones a la gestión del agua de uso agrícola para el cultivo de esos granos.
Los esfuerzos de este instituto se fundamental en encontrar soluciones para generar un uso eficiente del agua en el sector hidroagrícola, donde es elemental calcular con exactitud el volumen de agua que cada cultivo requiere.
Jorge Flores Velázquez, tecnólogo del agua e investigador titular B en el IMTA, expresó que para lograr eficientar el recurso líquido se realizan diversas actividades como el seguimiento a cultivos experimentales de importancia económica para el país, como el maíz; a través de vehículos aéreos no tripulados (drones) que transportan sensores para recabar información que utilizan para la generación de índices de vegetación, y que a partir de esos índices desarrollarán nuevos esquemas de riego.
Flores Velázquez explicó que el proyecto sumaría nuevas tecnologías al estudio del uso, manejo del agua a nivel parcela para optimizar su gestión así como la recopilación de información constante del ciclo de cultivo. De esta manera, y al incorporar el uso de drones permitirá obtener la información satelital o estadística con la periodicidad necesaria y con mayor precisión.
El primer paso es la obtención de equipos (drones, sensores y cámaras), la capacitación para su uso para luego avanzar en el desarrollo de software y metodologías. Después se vino el proceso de selección de la parcela experimental (entre 1 y 2 hectáreas) donde se realizaría el proyecto, antes de la siembra se hizo un vuelo de reconocimiento, posteriormente se realizó la siembra y se comenzó el monitoreo cada semana mediante imágenes captadas por las cámaras que se transportan en el dron.
Para obtener rasgos como altura y características del cultivo, se realizó un posproceso mediante programas específicos, a partir de imágenes térmicas y otras captadas con diversos espectros de luz. En conjunto, estos elementos ayudan a determinar el cociente de cultivo (la relación que existe entre la evapotranspiración real o ETc de cada cultivo específico y la evapotranspiración de referencia [ETo] en esas mismas condiciones), con lo que es posible determinar la cantidad de agua requerida por el cultivo para compensar la pérdida por la evaporación y transpiración (evapotranspiración).
Al final, todo este trabajo sirve para generar información que derivará en la creación de modelos complejos, con los que el doctor Jorge Flores Velázquez y su equipo simplificarán y aterrizarán en una metodología que pueda ser replicable en otras regiones. La complicación del proyecto radica en que debe abordarse para su adaptación, en la comprensión del contexto en el que se desarrolla la agricultura de riego en México. A estas alturas, el logro de esta herramienta es destacado.
El enfoque inicial del estudio consistió en optimizar el mecanismo de riego en México, donde la mayor superficie cultivada utiliza sistemas de riego por gravedad, con técnicas de inundación y por surcos. En este sistema el problema principal es el uso excesivo del agua debido a longitudes de surco mayores a 200 metros, trayectos que derivan en pérdida de agua por evaporación y filtración, reduciendo así su eficiencia; de ahí la importancia de optimizar el diseño de riego.
En ese contexto, el trabajo de investigación se basó en el estudio del diseño del riego en el que determinaron las curvas de avance y recesión en sistemas de riego por gravedad para luego proponer trazos adecuados que favorezcan un riego más uniforme.
También, el proyecto podrá mejorar la estimación de volúmenes de agua utilizada por el cultivo, con lo que se denomina “lámina de riego” durante el ciclo de cultivo y mecanismos automatizados de entrega.
El investigador resaltó que buscarán replicar el modelo de levantamiento de información a través de vehículos aéreos no tripulados a otros cultivos, con industrias como la cervecera y el INECOL (Instituto de Ecología) para trabajar en la detección de plagas. Esto, como parte de la atención al interés de instituciones e industrias por incluir en sus procesos herramientas como esta; al final su aplicación de diversa.