Los productores mexicanos tienen una oportunidad en el mercado internacional a través de la exportación.
México tiene un gran potencial para llegar a ser uno de los exportadores más importantes, y para lograrlo se requiere ofrecer mayor capacitación y de mejor calidad para los floricultores del país, lo que permitirá generar contactos con socios importantes así como implementar herramientas necesarias para la producción y la calidad.
Actualmente, México ocupa el tercer lugar a nivel mundial en superficie destinada al cultivo de flores, con aproximadamente 22 mil 700 hectáreas, de los que sólo un 10% de la producción se utiliza para exportación y el resto, para el mercado local. En tal labor, el Estado de México concentra el 90 por ciento de la producción además de ser la única entidad del país con capacidad de exportación con clientes comerciales en Estados Unidos y Canadá.
Con objeto de establecer alianzas entre productores (a través de distribuidores) con instituciones, cada año se establecen 10 módulos demostrativos que impactan a alrededor de 3 mil productores. Estas alianzas buscar capacitar a pequeños productores con evaluaciones, ensayos de campo y entrenamientos prácticos que les permitan ser más competitivos en el mercado.
México tiene como ventaja el transporte y ubicación de su mercado interno; aunque es necesario generar programas de capacitación para tecnificar y profesionalizar el capital humano, mayor unión entre los productores lo que les permitirá adquirir insumos y oferta de flores.
Expertos del Ecuador y Colombia, coinciden en la importancia de capacitar a los productores e invertir en el desarrollo profesional y familiar de los mismos, además de seleccionar variedades más productivas y resistentes a enfermedades; modernizar y tecnificar el campo, y que con la búsqueda de asociaciones entre productores les permita tener mayor competitividad a nivel mundial.
